El baile de los estorninos

La fantástica sincronización de vuelo de los estorninos, originarios de Europa y Asia, sigue siendo un enorme enigma sin una explicación científica de fondo.  Este baile, que los ingleses llaman murmullo, es un tema de estudio para la comunidad científica, que por años ha intentado descifrar y simular el singular fenómeno que se vislumbra durante los atardeceres en varios lugares del mundo.

Gracias a dichos estudios, surgen interpretaciones de varios aspectos que destacan en el vuelo. La comunicación, por ejemplo, es uno de los elementos fundamentales que favorecen la sincronización perfecta. Su forma de comunicarse a través de lo que nosotros percibimos como ruido, evita que los pájaros choquen entre sí y permite que todos sigan un mismo ritmo y que avancen en el vuelo sin perjudicarse unos a otros.

Otro aspecto clave es la luz. Las sombras y siluetas que cada ave percibe a su alrededor le permiten marcar milimétricamente cada movimiento, siempre tomando en cuenta a sus compañeras para moverse perfectamente en el aire junto a ellas.

El trabajo en equipo de estas singulares aves es simplemente admirable. Tan admirable que podemos implementar este sencillo patrón para aplicarlo nivel empresarial. Pero esto no es nada nuevo, ya sabemos que en todo equipo de trabajo la comunicación es fundamental. La gran pregunta es ¿Cómo lograr una sincronización de equipo? Hay cientos de teorías y estudios sumamente interesantes sobre este tema, sin embargo, se puede empezar por algunos criterios básicos.

Marcar el camino a seguir a través de un objetivo común.  La única manera de alcanzar el objetivo es trabajando en equipo, siempre manteniendo la individualidad de cada persona. El enfoque de “entre todos podemos” debe primar y estar presente en la mente de cada miembro del equipo.

Compartir experiencia y conocimientos con todos los miembros del equipo generará buenos resultados. Esto es fácil decir y difícil de lograr, ya que la individualización de las personas tiende a interponerse. Sin embargo, los líderes pueden ser los primeros en dar ejemplo para que la dinámica se implemente sutilmente.

Motivar, motivar y motivar.  Esta labor es indispensable para líderes y debe ser constante. Cada miembro es tan importante como el otro y aunque la prioridad siempre recae en el equipo, no se pueden dejar de lado las necesidades individuales. Los empleados deben sentir que forman parte de un todo, que son esenciales para la empresa. La motivación, a la larga, repercutirá en el rendimiento de la empresa.

Así como el vuelo de los estorninos, el éxito de la empresa dependerá siempre del trabajo en equipo.

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