Bioimpresora 3D de piel humana

La ciencia no descansa nunca, sus investigaciones son insaciables y siempre con un mismo objetivo, hacer la vida más fácil luchando contra obstáculos que nos la entorpecen día a día.

En este sentido, a pesar de haber hecho descubrimientos que nos facilitan la vida, las investigaciones no paran ahí, el siguiente paso es mejorar la solución.

Un ejemplo claro de esto es la creación de piel humana en laboratorios ya sea para su uso en investigaciones como para el trasplante de piel en personas que hayan sufrido alguna enfermedad o accidentes en el que haya resultado dañada la piel de forma irreversible.

Fabricación de piel humana de forma manual

Gracias a esta ciencia de la que hablo, en su día, se pudo llegar al milagro de crear piel humana en un laboratorio de forma manual.

Para ello, como es lógico, el proceso de creación ha ido transformándose en el tiempo, seguramente, las primeras pieles se creaban de una forma muy rudimentaria y su índice de rechazos en el trasplantado era muy alto.

Con el tiempo y el avance científico, se pudo llegar a producir una piel humana con células del paciente y agarosa, una sustancia extraída de un alga, que tenía la grandísima ventaja de no producir rechazos.

Salvada la parte más importante, que fuera 100% eficaz en los pacientes, la investigación seguiría en pos de encontrar una fórmula de generación de piel más rápido y, a ser posible, que se abarataran los costes en la producción.

Generar piel humana de forma mecánica con bioimpresoras 3D

Y el progreso y la solución, finalmente, llegó, en este caso, de la mano de un grupo de científicos de la Universidad Carlos III de Madrid, otro grupo del CIEMAT, un equipo del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y la colaboración de la empresa BioDan Group.

Gracias a este equipo humano ya existe un prototipo de bioimpresoras 3D que pueden producir piel humana de forma totalmente mecanizada y que, por supuesto, supone un ahorro tanto en recursos como en inversión con respecto a la forma manual.

Por otro lado, esta bioimpresora 3D no supone solamente un avance a nivel médico, también se abre un nuevo horizonte para el testeo de productos cosméticos y farmacéutico ahora que la regulación se ha vuelto mucho más férrea en cuanto al tema de testar ciertos productos con animales llegando incluso a su prohibición.

¡Un aplauso para estos científicos españoles!

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