El VIH o virus del SIDA como comúnmente se conoce es una enfermedad muy extendida, sobre todo, en zonas subdesarrolladas de nuestro planeta como es el caso del África subsahariana. Por suerte y gracias a los grandísimos avances científicos que se han hecho en torno a la materia, los tratamientos para controlar el virus del SIDA han dado un giro espectacular en el periodo de los últimos 20 años consiguiendo que aquellas personas que padecen el virus del SIDA puedan tener una vida perfectamente normal, reduciendo la gran cantidad de medicamentos que antaño se necesitaba para controlar el número de anticuerpos y brindándoles la posibilidad de alcanzar una esperanza de vida a la misma altura que aquellas personas no afectadas por la enfermedad.

Pero la ciencia, como es lógico, no se conforma con los grandes avances llevados a cabo hasta ahora y siempre van un paso más allá en pos de eliminar la enfermedad o, en su defecto, mejorar las condiciones de vida de los pacientes.

Un claro ejemplo de ello es el proyecto que han llevado a cabo los científicos del Imperial College de Londres en conjunto con la empresa DNA Electronics con el que con tan sólo una gota de sangre, un ordenador o portátil y un aparato USB en forma de pendrive, un enfermo de VIH podrá monitorizar los niveles víricos que presenta su sangre en todo momento como si de la prueba de sangre para diabéticos se tratara.

¿Cómo detecta este pendrive la presencia de VIH?

A grosso modo el funcionamiento de este pendrive está basando en un chip de teléfono móvil donde se deposita esa gota de sangre de la que hablamos, en ese momento, si existe presencia de VIH cambia la acidez y, en consecuencia, el chip produce un impulso eléctrico que es trasmitido al aparto al que está conectado mediante USB. Un software específico será el encargado de traducir ese impulso en resultados.

Actualmente, aún en fase de experimentación, el pendrive en cuestión tiene una precisión del 95%.

Beneficios de este innovador test de VIH

Los beneficios que producirá este pendrive son muchos y muy diversos.

En primer lugar, beneficiará directamente a las personas que ya padecen el virus del SIDA de forma que puedan controlar que la medicación que están tomando está haciendo correctamente su trabajo. En ocasiones es muy decisivo contrastar los resultados de la medicación a tiempo para no crear rechazos o resistencia a los fármacos.

Además, actualmente, una prueba de este tipo puede llevar semanas en obtener resultados mientras que el pendrive del test de VIH apenas tarda 30 min.

Sumado al tiempo de espera por la vía tradicional, está el tema de la maquinaria que se usa y su envergadura, algo muy difícil de trasladar a zonas subdesarrolladas, como comentábamos al principio. Con este nuevo sistema, la aparatología se reduce al tamaño de una memoria USB pudiendo llegar, por lo tanto, a esas zonas remotas donde, precisamente, mayor número de enfermos existen.

Por último, otro de sus beneficios directos no es sólo el control de pacientes sino la detección de la enfermedad en posibles nuevos pacientes, más concretamente, en los bebés de estas zonas, algo decisivo para su futuro cuando se trata del tercer mundo.