Lo de las mentiras de las redes sociales no es nada nuevo, a mí me encanta una frase popular sobre las redes sociales que dice así “Nadie es tan guapo como en su foto de perfil ni tan feo como en su foto del DNI”. Esto, no es más que una realidad que se puede extrapolar a todo en las redes sociales, el canal de comunicación por excelencia de nuestra actualidad.
El mayor canal de comunicación de la actualidad esta corrupto
¿Qué debería de pasar cuando el mayor canal de comunicación del momento, está tan lleno de mentiras como está pasando actualmente en las redes sociales? Es más, ¿somos conscientes de la cantidad de personas que se deprimen cada vez que entran a las redes sociales? Este dato aparece en un reciente estudio que asegura que nuestro estado anímico desciende de forma llamativa cuando accedemos a las redes sociales, ya que muchas personas se deprimen de su realidad y de su vida al ver las excepcionales vidas de otras personas, las perfectas fotos de estudio que parecen selfies de otras o las maravillosas vacaciones millonarias de tus vecinos, que de sobra se sabe en todo el barrio que están más que arruinados.
Las mentiras de Facebook y otras redes sociales no nos deberían de sorprender, la mayoría de las cosas que vemos en las redes sociales no existen como tal, están modificadas o son solo una parte de la realidad. Recuerdo que hace poco estuve viendo un reportaje de lo que hay detrás de las fotografías de comida de los instagramers más importantes y, la verdad, era realmente escandaloso ver la foto de Instagram con la foto de la escena completa. Escandaloso porque se nos oculte esa parte tan real. ¿Quién no ensucia la cocina mientras guisa?
La frustración es la otra cara de la moneda de las redes sociales
Y cuando todo esto llega a nuestras vidas, la frustración también entra por la puerta, porque nosotros, simples mortales, ensuciamos la cocina de harina cada vez que hacemos albóndigas, nosotros, simples mortales, no podemos pagarnos un coche de alta gama trabajando sólo los fines de semana, ya que es lo único que hemos encontrado al acabar la carrera de ingenieros, porque nosotros, simples mortales, no salimos preciosos siempre en las selfies y, sobre todo, porque nosotros, simples mortales, no somos los dioses de Photoshop ni diferenciamos entre los filtros de instagram que mejor resaltan nuestros ojos.
¿Recuerdas aquel experimento que hizo una joven de Ámsterdam de 25 años que se encerró 42 días en su casa y empezó a publicar fotos en Facebook retocadas con Photoshop para demostrar que estaba recorriendo Asia? La próxima vez que sientas tristeza al mirar tu rutina, tu vida agotadora, tu trabajo mal pagado y veas en tus redes sociales a tus amigos que salen cada noche de fiesta, que viajan, que salen preciosos en sus fotos “recién levantados”, recuerda que está chica pasó 42 días encerrada en su casa retocando sin parar fotos caseras en photoshop, que dieron el pego, es cierto, pero que no eran verdad. Y, después de esto valora y da gracias de la suerte que tienes, por tener vida y salud para seguir sintiéndote cansado o cansada al acabar el día después de tu jornada laboral, duchar, cenar y acostar a los niños y miles de cosas más.
Se real y vive tu vida. Las mentiras de las redes sociales, son sólo para quienes las necesitan.
